miércoles, 21 de febrero de 2018

La edad a la hora de empezar a invertir

Cuando empiezas a invertir en renta variable, en bolsa, tus ahorros, y ves con el paso de los años las posibilidades de dicha inversión, los efectos positivos del tiempo –del interés compuesto inherente al paso del mismo–, es inevitable desear haber empezado antes.

La edad e invertir en bolsa

- Las ventajas de empezar a invertir en la juventud


La principales ventajas de empezar a invertir a una temprana edad son dos: se tiene por un lado el tiempo a favor, y aparte el coste de equivocarse es, en principio, mucho menor.

Si bien es cierto que la capacidad de ahorro de una persona de 18 o 20 años es reducida (o no tanto, si p. ej. se tiene la posibilidad de trabajar durante un tiempo sin muchos gastos, por estar viviendo con familiares), también esto puede ser una ventaja, ya que hay poco que perder (las cantidades que se manejan a estas alturas pueden parecer mucho dinero para el joven ahorrador, pero una vez se empiecen a cobrar nóminas serán, en comparación, menores).

No siendo recomendable iniciarse en la inversión directa en bolsa sin formarse debidamente, precisamente por el riesgo de cometer errores y perder parte o todo de lo invertido, sí puede plantearse como una inversión en educación: no se aprende más de los mercados bursátiles que participando activamente en los mismos. Si después de un año o dos hemos perdido dinero, que no tiene por qué ser así, podremos quedarnos con todo lo aprendido, que nos permitirá reducir considerablemente los riesgos de equivocarnos cuando en el futuro nuestro patrimonio sea más considerable (mejor perder X hoy, si nos permite no perder 10X en unos años, por haber aprendido lecciones claves).

Si decidimos confiar en un gestor, es decir, si invertimos en un fondo de inversión, podremos, en ocasiones, beneficiarnos de condiciones más atractivas por el mero hecho de ser jóvenes (es el caso de Magallanes Value, p. ej., para menores de 26 años en sus fondos europeo e ibérico).

Tiempo y rentabilidad de la inversion

- La importancia de valorar cómo invertir según la edad


Antes de decidir si invertimos o no en renta variable, tenemos que analizar si es buena idea, si es racional o razonable hacerlo.

A una persona que le resten pocos años, en principio, para jubilarse, y prevea por tanto necesitar en ese período de tiempo sus ahorros, hará bien en evitar la renta variable, la bolsa, para centrarse en la renta fija a corto plazo, o incluso mantenerlo en liquidez. Sin embargo, si esa misma persona prevé poder vivir bien con la pensión estatal, y quiere que sus ahorros pasen a sus nietos, tener invertido en renta variable su patrimonio durante las décadas que vivirá de jubilada puede ser perfectamente lógico y racional.

Sobre la bolsa hay que tener en cuenta que, si bien a largo plazo es incontestable su rentabilidad, siempre por encima de la inflación, y superior en general al resto de vehículos de inversión (depósitos, renta fija –estatal o corporativa–, bienes inmuebles, etc.), a corto plazo es perfectamente irracional, sujeta a vaivenes derivados de las emociones, entusiastas o pesimistas, de los que en ella participan. Será buena idea, por tanto, sólo a largo plazo.

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Por Javier García de Tiedra González, Graduado en Derecho por la Universidad de Cádiz.