Aunque resulte de perogrullo para aquellos más habituados a la prensa económica y a las inversiones en bolsa, he pensado que podría ser interesante, para quiénes no lo estén tanto, explicar cómo es esto de que "el mercado" pueda sorprenderse o quedar decepcionado ante la publicación de unos resultados empresariales, haciendo caer en ocasiones la cotización de empresas que mejoran sus resultados, o haciéndola crecer en un contexto de caída de beneficios, o incluso aumento de pérdidas.
- Las cotizaciones de las compañías en bolsa, y las expectativas
Esto sólo puede entenderse si aprehendemos que el precio de las empresas cotizadas tiende a recoger las expectativas de la mayoría. Así, por poner un ejemplo muy básico, si una determinada empresa cotiza a 30€/acción, y cotiza a ese precio porque mañana se espera que en el último trimestre haya logrado unos beneficios de 375 millones de euros, aumentándolo en un 50%, desde los 250 anteriormente percibidos, si resulta que publica sus resultados, y ha ganado finalmente 300, aunque haya aumentado sus beneficios en un 20%, que no está nada mal, el precio reflejaba un crecimiento mucho mayor, del 50 frente al 20%, y por tanto hoy en los titulares veremos cómo "la empresa X ha decepcionado al mercado", y su cotización tenderá a bajar fuertemente.
Y es curioso cómo, incluso a profesionales como puede ser los directivos de empresas cotizadas, puede sorprender esto, pero es así. Recuerdo a Antonio Rubio Merino, ex directivo de Inditex, que desempeña su actividad profesional ahora en Prosegur, como en una charla sobre empresarios y profesionales, en el Instituto Juan de Mariana (que aunque el audio deje mucho que desear en ocasiones, no puedo sino recomendar –la tenéis aquí–), comentaba un poco indignado esto, que Inditex publicaba resultados, resultados fenomenales, pero que en ocasiones "decepcionaba" al mercado y bajaba su cotización. Básicamente, de empresas como Inditex se espera no sólo la excelencia, sino superar esa excelencia año a año, y si un año en vez de aumentar sus beneficios en un 13%, lo hace en un 9, pues la expectativas de los inversores se ven truncadas, y muchos se bajan del barco (hay que recordar que hasta hace cosa de un año, Inditex cotizaba a múltiplos elevadísimos, de 30-40 veces beneficios).
- La "decepción o sorpresa del mercado" como oportunidad para la inversión a largo plazo
Decía Álvaro Guzmán de Lázaro, profesional de la inversión como la copa de un pino (es gestor en el fondo de inversión AZ Valor), que la única manera de comprar buenos negocios a buen precio, es decir, baratos, es aprovechar problemas temporales, baches de las empresas, para comprarlas. Por supuesto, la labor del inversor es analizar si se está realmente ante un bache, algo temporal, o si la empresa en cuestión no presenta por contra un cambio más o menos permanente (en cuyo caso no será ninguna oportunidad).
Además hay que tener en cuenta que el mercado bursátil, el colectivo de personas que participan en él, tiende a derrapar en demasía, sea para bien o para mal. Así, si una empresa "decepciona" al mercado con sus resultados, su cotización muchas veces tenderá a reflejarlo exageradamente a través de la caída en su cotización, mientras que si los resultados son mejores de lo esperado, su cotización, con el mercado eufórico, tenderá a sobrevalorarlos. Y esto, con el largo plazo como horizonte temporal, son ni mas ni menos que oportunidades, oportunidades que haremos bien en aprovechar (o, al menos, si somos propietarios de una parte de un negocio cotizado, no nos volveremos locos vendiendo en las fuertes caídas –salvo que estimemos que la empresa lo merece y que tiene un problema a largo plazo que antes desconocíamos–, ni comprando con la euforia de las subidas).
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Por Javier García de Tiedra González, Graduado en Derecho por la Universidad de Cádiz.