sábado, 10 de marzo de 2018

La inversión a largo plazo y la confianza en la raza humana y los empresarios

La inversión en renta variable, en acciones de empresas cotizadas, a largo plazo, requiere de unos conocimientos mínimos, conocimientos que se pueden perfectamente aprehender –adquirir–, leyendo sin demasiado coste económico (quizás más un coste en tiempo, que no lo es tanto si se disfruta). Sin embargo, invertir en bolsa también tiene una vertiente casi emocional, tienes que creerte de verdad que el ser humano se va a seguir superando, y que los empresarios, como tales, también lo van a hacer, y no todo el mundo lo ve así.

Raza humana e inversion en bolsa

- La negatividad y la inversión en bolsa


Hoy en día, en mí experiencia, cunde en buena parte de la población un aparente pesimismo sobre el futuro de la raza humana. Nuestros hijos no tendrán una pensión decente, el cambio climático va a hacer impracticable la vida en la Tierra, se va a acabar el petróleo y nos tocará volver a desplazarnos andando, nuestros gobernantes son insufribles y un gran etcétera (aquí los medios de comunicación, sobre todo los propios de la televisión, no ayudan demasiado, aunque al final se oferta por estos lo que se demanda, también son negocios –de hecho, negocios cotizados en bolsa–).

Y aún cuando son problemas que están ahí, no puedo evitar pensar que, o bien los sobredimensionamos (el tema de las pensiones es algo curioso, hay un consenso en que va a ser un desastre, pero se ahorra e invierte bien poco), o bien damos por hecho que el ser humano no va a ser capaz de adaptarse y solucionarlos.

Cómo invertir en bolsa a largo plazo, en negocios que dependen de la existencia y evolución de los seres humanos, si somos tan pesimistas. Yo quizás peco de optimista en exceso, pero entiendo que nunca hemos vivido mejor, y que nuestros hijos y nietos pensarán lo mismo cuando nos miren a nosotros en unas décadas.

Negatividad e inversion en bolsa
Las personas pesimistas en relación al ser humano harán bien en mantenerse alejadas de la bolsa. Imagen: Victoria University of Wellington


- Los empresarios: analogías con los samuráis


¿A qué viene ahora nombrar con los samuráis, compararlos con los empresarios? Mas de un amigo, amante de los samuráis, su historia y cultura, y bastante escéptico con los empresarios (diciéndolo suavemente), como lea esto se me indigna ☺ Pues los nombro en recuerdo de una conferencia, en el Instituto Juan de Mariana, de un directivo financiero, Antonio Rubio Merino (que os voy a adjuntar abajo, ya que merece la pena verla –aunque el sonido, en ocasiones, deje que desear–). Don Antonio, que de empresarios de éxito algo sabe (ha trabajado como directivo en compañías como Inditex o Prosegur), hacía esta analogía en el sentido de que se esfuerzan, los empresarios (y también los profesionales), en hacer su trabajo lo mejor posible, como tenían por costumbre los samuráis (muy famoso es su ritual del té, consistente en servirlo cuidando el detalle, esforzándose por buscar la excelencia).

A veces lo que sucede en el corto plazo en los mercados bursátiles tiene un poco que ver con la falta de confianza en la clase empresarial (realmente no es exactamente así, hay exceso de confianza en los mejores años, y otro tanto pero al revés en los peores momentos). Así, una compañía que lleva haciéndolo veinte años genial, tiene un mal año (mal año que no necesariamente será achacable a un mal comportamiento de los empleados o directivos, hay muchas cosas que son incontrolables) y se exageran las reacciones con sus cotizaciones (lo cual, por otro lado, no está nada mal para aprovechar y comprar más barato).

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- Antonio Rubio | Empresarios, directivos y profesionales: los últimos samuráis



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Por Javier García de Tiedra González, Graduado en Derecho por la Universidad de Cádiz.